André RICARD

Tras estudiar en la Escuela Massana de Barcelona, André Ricard empezó su carrera trabajando en el negocio familiar de fabricación de paraguas. Sin embargo, pronto descubrió su pasión por el diseño y decidió dedicarse por completo a esta disciplina.

En la década de 1960, Ricard fundó su propio estudio de diseño, donde creó productos innovadores para diversas empresas españolas e internacionales. Trabajó en una amplia gama de objetos, desde utensilios de cocina y electrodomésticos hasta muebles e iluminación. Sus diseños se caracterizaban por una elegante sencillez, una funcionalidad práctica y una estética atemporal.

Una de sus creaciones más famosas es la botella de plástico para la marca española de agua mineral "Agua de Lanjarón", que diseñó en 1961. Esta emblemática botella, con su forma sencilla y ergonómica, se ha convertido en un clásico del diseño y ha ganado numerosos premios.

André Ricard también fue muy activo en la promoción del diseño en España. Fue presidente de la Asociación de Diseñadores Industriales Españoles (ADI-FAD) durante varios años y ayudó a crear varias instituciones e iniciativas para promover el reconocimiento y el valor del diseño.

A lo largo de su carrera, André Ricard recibió numerosos premios y distinciones por su trabajo, incluido el prestigioso Premio Nacional de Diseño en 1987. Su legado como diseñador y defensor del diseño sigue influyendo en la escena del diseño en España y fuera de ella, y se le considera una de las figuras clave del diseño del siglo XX.