Alfred CHRISTENSEN

En 1936, Christensen se incorporó a Knoll como diseñador y trabajó en estrecha colaboración con Florence Knoll, directora de la empresa. Juntos crearon muebles modernos y elegantes que tuvieron una influencia duradera en el diseño de interiores.

Uno de los proyectos más famosos de Christensen fue la silla "Barcelona", que diseñó con Ludwig Mies van der Rohe para la Exposición Universal de Barcelona de 1929. La silla, con su estructura de acero cromado y su cojín de cuero, se ha convertido en un clásico del diseño moderno.

Christensen también diseñó otros muebles para Knoll, como la mesa "Petite", la silla "Tulip" y la silla "Womb". Su trabajo fue reconocido con varios premios de diseño, entre ellos el Good Design Award del Museo de Arte Moderno de Nueva York en 1950.

Tras dejar Knoll en 1957, Christensen siguió trabajando como diseñador independiente. Murió en 1980. Hoy, sus creaciones siguen siendo apreciadas por su elegancia atemporal y su contribución al diseño moderno.

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