Con el paso de los años, la empresa creció hasta convertirse en líder mundial de la iluminación de lujo. Produjeron piezas para muchos clientes prestigiosos, como el emperador Francisco José I de Austria y el emperador Guillermo II de Alemania.
A principios del siglo XX, la empresa empezó a incorporar elementos modernos a sus diseños, y comenzó a centrarse en la producción de luminarias innovadoras y funcionales. También empezaron a colaborar con arquitectos de renombre para crear proyectos de iluminación a medida para edificios prestigiosos, como la Ópera de Viena y la Bolsa de Viena.
Bakalowits & Sohne siguió produciendo diseños únicos e innovadores a lo largo del siglo XX y más allá, ganando numerosos premios por su trabajo. Hoy en día, la empresa sigue operando en Viena, produciendo iluminación de lujo para clientes de todo el mundo.